6 Feb 2025, Jue

Buceo sin barreras: una experiencia subacuática para personas con discapacidad

«Libertad, paz, ingravidez». Así describió Gabriel Ayala sus sensaciones mientras se acomodaba, empapado, en su silla de ruedas tras una práctica de buceo, una actividad que aseguran, sirve para integrar a personas con algún tipo de discapacidad.

El caso de este ex militar retirado de la Armada Argentina, que quedó con «paraplejía traumática» tras recibir un disparo, es uno de los tantos que la ONG Buceo sin Barreras, especializada en rehabilitación e integración de personas con discapacidad, lleva adelante.

El hombre cuenta que lleva 41 años en silla de ruedas, pero que cuando bucea, esa ingravidez, le permite desplazarse en tres dimensiones dentro del agua.

Junto Gabriel está Martín Tavolai, un hombre amputado, con quien se entrena y comparte una pileta cubierta en Olivos, provincia de Buenos Aires.

Uno de los dos instructores que manipulan el cuerpo de Gabriel en el agua, es Daniel Zuber, pionero argentino de esta disciplina, que incorporó y desarrolló durante quince años en Israel, donde estas prácticas terapéuticas se aplican a la «rehabilitación subacuática» de soldados veteranos de conflictos bélicos.

La ley de gravedad y la discapacidad

La ley de la gravedad es determinante en la vida de las personas con discapacidades motoras como Martín y Gabriel. Los fuerza a una dependencia de otras personas y necesariamente a desplazamientos en dos dimensiones sobre la superficie. Todos aquellos condicionamientos del «terreno» se disuelven al entrar al agua.

«La ingravidez subacuática potencia el desarrollo de una actitud positiva y optimista», explicó el instructor Zuber.

«Encontrás una libertad absoluta. Al menos yo la encontré en el buceo. Es una forma de integrar a personas con y sin discapacidad», agregó Martín.

FUENTE: lanacion.com.ar