En la Argentina el 28,6% de la población se encuentra en situación de pobreza según datos del Indec; mientras que se pierden y desperdician 16 millones de toneladas de alimentos por año. A pesar de ello, diariamente, restaurantes, caterings y supermercados tiran gran cantidad de comida. Algunos lugares optan por darle los sobrantes a gente que pasa a pedir.
En 2004 fue sancionada la Ley 25.989 sobre la donación de alimentos, conocida como Ley Donal. El objetivo es incentivar las donaciones de alimentos para contribuir a satisfacer las necesidades de las poblaciones más vulnerables. Sin embargo, rige una norma que en los hechos no incentiva la donación. En su artículo 9, eximía a los donantes de la responsabilidad sobre los alimentos una vez entregados a los beneficiarios bajo las condiciones exigidas por el Código Alimentario Argentino.
Por este motivo, la Red Argentina de Bancos de Alimentos está difundiendo una campaña de firmas para la reincorporación del art. 9 a la Ley 25.989, fundamental para alentar y favorecer la donación de alimentos.
El petitorio de firmas está disponible en la web: www.redbda.org.ar/leydonal. Para poder modificar esta ley se necesitan reunir al menos el 1.5% de firmas de los ciudadanos inscritos en el padrón electoral, lo que significan aproximadamente 500.000 firmas.
A fines del 2017, obtuvo media sanción en Senadores, en el marco de esta campaña, se necesita que sea tratada y aprobada en la Cámara de Diputados en marzo de este año, con la reapertura de las sesiones.
La aprobación permitirá rescatar por lo menos el 15% de todos los alimentos que se tiran y con eso contribuir con la alimentación de personas que en la Argentina sufren hambre.
Acerca de Banco de Alimentos (BdA)
La organización sin fines de lucro surgió a partir de la crisis de 2001, con el objetivo de reducir el hambre, malnutrición y desperdicio de alimentos. Sus objetivos son rescatar alimentos aptos para el consumo humano que, por algún problema de packaging, etiquetado, corta fecha de vencimiento, estacionalidad, poco éxito en el mercado, no se pueden comercializar.
A través de varios procedimientos almacenan los productos, los clasifican y los distribuyen entre organizaciones comunitarias, garantizando la trazabilidad. De esta manera, se les devuelve un valor social a los alimentos que iban a ser desechados.