6 Feb 2025, Jue

La solidaridad desborda los centros de ayuda en México

Mientras cientos de rescatistas trabajan para hallar sobrevivientes, muchos ciudadanos de a pie, con cascos, hacían cadenas humanas para sacar escombros, acercar comida, abrigo u ofrecer un techo. En cada cuadra se instalaron centros de acopio para recibir donaciones y luego organizarse para distribuirla.

Yessica Camacho, chef y restaurateur, relató al diario LA GACETA que los ciudadanos se organizaron para canalizar la ayuda, a partir de lo que cada uno sabe hacer. “Los restauranteros, gente que tiene foodtrucks, las escuelas de cocina, estamos preparando comida, café, sándwiches. Nos hemos organizado en grupos de whastapp y otras redes sociales para saber a dónde hace falta y las enviamos allí o a la Cruz Roja, en motos o bicicletas, porque muchas zonas están bloqueadas para los autos”, contó.

«La solidaridad desbordó de donaciones la Ciudad de México, y empezaron a enviar camiones a Morelos y Puebla», añadió.

A los estados más alejados, como Oaxaca y Chiapas, salieron camiones cargados de comida. “Muchas donaciones llegan a través de la página comoayudar.mx y se canalizan hacia distintos organismos”, explicó.

El artista plástico Darío Mijangos destacó que los primeros que salieron a buscar a las víctimas y que iniciaron la cadena de ayuda fueron los ciudadanos.

“Fue la sociedad civil la que se movilizó para ayudar a sus vecinos. Se organizaron de inmediato brigadas para mover escombros, llevar alimentos, palas y picos, hasta para el cuidado y rescate de mascotas”, contó.

Karina Ansolanbehere, argentina nacida en Buenos Aires vive desde hace 17 años en México. “Uno se acostumbra a que aquí hay temblores y tiene claro cómo actuar, pero esta vez fue muy traumático. Mi marido (también argentino) vive en México desde hace 30 años, vivió el sismo del 85, pero para mí es la primera vez. Mis hijos (de 11 y 13 años) aún tienen pesadillas”, relató.

“Seguimos asustados, con tristeza o desorientación, pero con una gran necesidad de salir y hacer algo. Menos de una hora después, ya habían armado centros de acopio de alimentos entre vecinos o en escuelas”, dijo.

“Hay un clima previo de desconfianza hacia la política, que no termina de canalizarse en una acción colectiva. Algo de eso hay en este ‘desborde’ de solidaridad, una competencia, una forma de decirle al Estado que se van a hacer cargo ellos, porque no hay confianza”, explicó Karina.

FUENTE: lagaceta.com.ar