6 Feb 2025, Jue

Con materiales reciclados, llevan duchas de agua caliente a barrios vulnerables

Cuando a Débora Villarreal le propusieron construir un calefón solar con materiales reutilizados para que ella y su familia pudiesen bañarse con agua caliente, pensó que la estaban cargando.

«Vinieron un día y nos explicaron que el agua se podía calentar con el sol. Les pregunte qué teníamos que hacer y me dijeron: «Juntar botellas, latitas y cartones de leche». Yo no lo podía creer», recuerda la mujer, que tiene 32 años y vive en el asentamiento La Tablita, en Garín, junto con su esposo, Ariel, y sus hijos, Melina (13), Josefa (12), Andy (11) y Milena (6).

Eso que le parecía una locura es el mecanismo que desde hace más de tres meses les permite darse todos los días una ducha templada y segura, sin los riesgos de incendios y accidentes del precario termotanque eléctrico que tenían. «La primera que se bañó fue Josefa. Cuando empezó a salir el agua tan caliente era increíble. El calefón está hecho de materiales que uno tira o quema, porque acá no hay disposición final de la basura. El uso que se les da es espectacular», asegura Débora.

La suya, es una de las 85 familias que, hasta el momento, construyeron junto con el equipo de jóvenes profesionales y voluntarios que integran Sumando Energías su propio calefón solar.

Se trata de un proyecto social que nació en 2014 de la mano del ingeniero industrial Pablo Castaño, con el objetivo de que quienes viven en villas y asentamientos informales puedan acceder a un servicio que antes no tenían cubierto, mientras se concientiza sobre principios como las 3R, las energías sustentables y el cuidado del medio ambiente.

«Siendo ingeniero y un apasionado de la sustentabilidad, quise mezclar ambas cosas, y así arrancamos con los calefones», recuerda Pablo.

Por debajo de unos caños pintados de negro, que absorben la radiación solar, los calefones llevan latas de aluminio, y luego dos capas de tetra brik y telgopor, que sirven como aislación. Eso se recubre con botellas de plástico, que producen el efecto invernadero.

«Funciona por el efecto termosifón: el agua, al calentarse en la parrilla del colector, se hace menos densa, empieza a subir hasta el termotanque y aproximadamente hace entre 60 ciclos para calentarse por encima de 40°, que es la temperatura que usamos para bañarnos», explica Pablo, de 31 años. «Todo eso funciona sólo por la energía solar. El sistema es muy robusto: una vez que lo dejás instalado, prácticamente no necesita mantenimiento».

El primero que hicieron fue para una mujer que en verano calentaba el agua al sol en bidones de 20 litros. «Con este mismo principio pero con mejoras, pudo construir su calefón solar, que funciona en todas las estaciones», dice el ingeniero.

Se buscan voluntarios

Cada dos semanas, Sumando Energías convoca a voluntarios para fabricar los calefones solares. «Trabajábamos con talleres teórico-prácticos. Un fin de semana vienen voluntarios (particulares y también de empresas como parte de sus programas de responsabilidad social) que aprenden sobre energías renovables. Después, pasan a la parte de aprender haciendo: construyen los calefones con sus propias manos, junto a las familias», explica Pablo.

Para más información y sumarse al equipo, es posible contactarse con la organización mediante su página de Facebook: Sumando Energías facebook.com/sumandoenergias

 

FUENTE: LA NACIÓN