La iniciativa de hacer una huerta vertical casera o urbana se ha convertido en un éxito en muchas ciudades, porque estas huertas aportan belleza, aroma y alimento fresco, orgánico y saludable a los vecinos.
Quienes transiten por la intersección de las calles Santa Fe y Armenia, en el barrio porteño de Palermo, frente al Jardín Botánico, se encontrarán con la primera huerta vertical en la vía pública de la ciudad de Buenos Aires. La variedad de verduras y frutas es amplia: perejil, frutilla, menta, lechuga, tulbalgia y lechuga morada, son algunos de los vegetales plantados. La iniciativa de esta huerta vertical pertenece a Fructis, la marca de cuidado para el pelo de Garnier, empresa que donará los alimentos cosechados a diferentes comedores a través de la Red Plato Lleno.
Estos alimentos, aptos para crecer de manera vertical, se sembraron previamente en la huerta de Gwall -empresa especializada en jardines verticales- y, apenas crecidos los plantines, fueron trasladados a los paneles que luego se fijaron en la vía pública. Allí crecen desde el 23 de noviembre de 2017, a partir de un sistema de riego especialmente diseñado y, un mes más tarde, se está cosechando ya el 30 por ciento de la huerta vertical, que será donado a Plato Lleno quien enviará esta primera partida a la Fundación Juanito; las próximas serán enviadas a otras instituciones y comedores.
La marca Fructis desembarcó el año pasado en el país como parte del portfolio de Garnier, con una consistente propuesta de sustentabilidad que comprende desde el packaging hasta los elementos de punto de venta. Hoy suma un espacio en vía pública destinado a la plantación de frutas y verduras que donará a comedores.
Plato Lleno
Plato Lleno es una ONG argentina que nació con la intención de rescatar alimentos excedentes, totalmente aptos para el consumo y que antes, por diferentes motivos, se terminaban desechando. Estos alimentos rescatados son entregados en diferentes merenderos, comedores y hogares.
FUENTE: noticiaspositivas.org